Francotirador de élite o amateur con escopeta de feria, tú decides.
La segmentación se basa en un principio tan obvio como antiguo: separar tipologías de clientes con rasgos y necesidades comunes y ofrecerle a cada cual lo que verdaderamente le interesa.

Nuestro cliente se ha vuelto impaciente, selectivo y disperso. Por ello, debemos seleccionar cuidadosamente lo que vamos a entregarle, para asegurarnos que es exactamente aquello que soluciona sus problemas.

Gana el que consigue retener al cliente por mayor tiempo

¿Te gustaría conseguir mayores índices de conversión en tus acciones online? ¿Conseguir una mejor percepción de marca y unos mayores índices de fidelización y compra recurrente? Entonces necesitas segmentar.

Segmentar nos ayudará a asegurar el tiro. No hacerlo y “disparar a todo lo que se mueve” limitará nuestra eficacia, y quemará nuestros cartuchos de cara al cliente.

El conocimiento del cliente, la clave de la segmentación

Las estrategias de segmentación nacen del conocimiento del público objetivo. Nadie mejor que tú y tu equipo comercial conoce las particularidades de cada tipología de cliente.

Resulta obvio que la segmentación no ha nacido con el marketing digital, pero es precisamente ahora cuando las herramientas y canales digitales dan alas a las estrategias de segmentación, permitiendo aplicar la segmentación y personalización de la acción comercial hasta niveles inimaginables y a costes asequibles.

Es imprescindible realizar el ejercicio previo de definición de las distintas tipologías de cliente y su correspondiente clasificación en nuestra base de datos antes de abordar los objetivos que nos hemos marcado.

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Segmentemos en función de lo que seamos capaces de ofrecer

No tiene mucho sentido segmentar y separar tipologías de cliente distintas si vamos a ofrecerles el mismo mensaje a todos. Seamos realistas y apliquemos nuestras estrategias de segmentación en función de la diferenciación que seamos capaces de aplicar.

Parece más lógico empezar la segmentación con dos tipologías de cliente a los que podamos entregar contenidos y mensajes diferenciados, que con 10 a los que les acabemos contando lo mismo.

Por ello, una mayor segmentación no tiene por qué traducirse siempre en mejores resultados. La segmentación es efectiva en tanto se aplica.

Una segmentación realista es aquella que aborda el proceso desde la definición de distintos grupos a los que «atacaremos» desde distintos canales, pero para los que tendremos suficiente contenido exclusivo.

Las ventajas de una adecuada estrategia de segmentación

1. Mayores índices de conversión:

Los porcentajes de conversión se disparan al aplicar estrategias de segmentación. Es evidente que la posibilidad de que prestemos atención a un mensaje es superior si este se adapta exactamente a nuestras necesidades.

Segmentación = personalización = mayores probabilidades de éxito

La segmentación permite aumentar las tasas de apertura en un 16% en campañas de eMailing.

2. Mayor vínculo del usuario con la marca:

El usuario se siente mejor comprendido por la marca cuando percibe contenidos que se adaptan a sus características. Tiene sensación de no estar perdiendo el tiempo y una mayor probabilidad de volver a nuestros canales por haber encontrado una utilidad real para él.

3. Inversión a largo plazo:

La creación de contenido y canales segmentados es una inversión a largo plazo. Nos permite al mismo tiempo optimizar nuestro posicionamiento, en especial para búsquedas más específicas de segmentos de cliente concretos.

4. Analítica:

La analítica nos permitirá conocer la efectividad que estamos obteniendo con cada tipología de cliente. De esta analítica, podemos extraer conclusiones estratégicas que irán más allá de la presencia online de la empresa. Analicemos con qué segmentos de cliente estamos siendo más efectivos y las causas de ello.

Ejemplos reales de segmentación online

1. Web: podemos habilitar áreas específicas a segmentos diferenciados de clientes con contenidos y mensajes distintos en función de sus necesidades.

2. Contenidos: desarrollemos un plan de contenidos que identifique las necesidades de cada segmento, para posteriormente ofrecer estos contenidos en nuestros canales online de forma segmentada.

3. eMailing: creemos distintas versiones de nuestros eMails con distintos contenidos en función de a qué segmento vayan dirigidos.

4. Publicidad online: mostremos nuestra publicidad solo a aquellos segmentos que decidamos y con mensajes diferenciados.

5. Encuestas interactivas: preguntemos a cada segmento por sus particularidades específicas.

6. Materiales audiovisuales: tales como vídeos, infografías etc. Creemos distintas versiones en función del segmento, aumentaremos el interés y la viralidad de éstos.

En el siguiente artículo, seguiremos hablando sobre segmentación online para PYMEs.
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