El éxito de una marca, en ocasiones, no depende ni de la calidad del producto, ni del servicio ofertado, sino que, está estrechamente relacionado con la estrategia de marketing que le acompaña.
En un entorno 3.0 dónde la tecnología y el compromiso digital es clave, observamos que las marcas que han preferido no invertir en medios digitales han quedado rezagadas en comparación con los nuevos modelos empresariales basados en un entorno totalmente digital.
Ante esta situación, son muchas las marcas que no pueden permitirse un equipo de especialistas, a nivel interno, en las distintas áreas del marketing digital o bien, que prefieren externalizar los servicios. Es en este punto, en el que se plantean la búsqueda de un partner estratégico que les ayude a implementar y mejorar su presencia online.
Trabajar con una agencia de marketing online que ayude a desarrollar tus acciones de publicidad y marketing online es fundamental para el crecimiento tanto de la marca como de la empresa. Aquellas marcas que forman parte de grandes empresas acostumbran a disponer de un presupuesto en marketing ambicioso.
En esta tesitura, ¿por qué deberían escoger a una agencia pequeña pudiéndose permitir los honorarios de los gigantes de la industria publicitaria?
1. Nivel de especialización
Contratar a una agencia de marketing digital, aporta al cliente la experiencia de profesionales en activo que trabajan, a diario, con diferentes clientes y sectores, múltiples estrategias y que tienen un dominio de todos los canales y herramientas actuales.
El hecho de disponer de una web y presentar actividad en redes sociales no implica necesariamente disponer de una presencia efectiva a nivel digital. Las agencias pequeñas o medianas, al estar especializadas, no caen en el error de querer improvisar activaciones en nuevos canales o formatos por el simple hecho de ser novedosos. Las agencias de marketing online deben basar su valor añadido en la búsqueda de resultados que aseguren un retorno de la inversión por parte del cliente y les ofrezcan así continuidad en su trabajo. Cualquier punto de contacto con el cliente debe tener un por qué dentro de la estrategia de la agencia y debe tener su efecto directo o indirecto en el retorno de la inversión.
2. Innovación
Las agencias convencionales acostumbran a tener estructuras de negocio heredadas que, habitualmente, buscan ofrecer el mayor número posible de servicios, sin importar el nivel de tecnificación de los mismos, dando cobertura a todas las necesidades, sin ofrecer un valor diferencial más allá de la propia marca.
Algunas agencias siguen la inercia que les ha llevado de gestionar las inserciones en prensa de sus clientes o el diseño de sus folletos a gestionar las campañas online y su presencia en redes sociales, por una mera cuestión de responder a las peticiones de sus clientes.
El factor referente a innovación y a especialización juega en este caso un papel fundamental. Si queremos tener una estrategia online realmente efectiva a nivel comercial, debemos gestionarla a través de perfiles especializados, no en base a buenas intenciones y banalización de la complejidad del ecosistema digital.
Un cliente debería preguntar siempre a una agencia por sus procesos de formación y reciclaje internos antes de contratarla. Una agencia que no es capaz de formarse continuamente no está preparada para ofrecer siempre la alternativa más indicada para cada una de las necesidades del cliente.
Por este motivo, no nos sorprende que las grandes marcas opten por confiar en especialistas que puedan aportar un valor adicional real a la marca dándole mayor visibilidad.
En un sector como el marketing digital, los profesionales especializados en activo deben considerarse un activo prioritario ya que, los avances son constantes y quedarse atrás puede repercutir gravemente en el éxito de cualquier acción a nivel online.
3. Implicación con los proyectos. Equipos externos con mentalidades internas.
Tanto agencias pequeñas como medianas tienen la convicción de que uno de los factores más importantes a la hora de conseguir establecer relaciones que perduren con marcas es un trato próximo y personalizado. Todo pasa por situar al cliente en la parte central de la estrategia, tal y como suelen repetir los líderes de opinión.
En agencias pequeñas y medianas, valoramos de forma especial el hecho de tener relaciones profundas y duraderas con nuestros clientes. Nuestro objetivo no pasa por tener muchos clientes con los que no hayamos establecido ningún tipo de vínculo y que, tan pronto entran, salen.
Cuando se establece una relación efectiva con un cliente, aquella en la que el cliente obtiene resultados de forma recurrente y la agencia estima recompensado su trabajo, el equipo trabaja más motivado, siente la marca como propia y el trato y cuidado hacia la misma es más elevado. Además, desde la perspectiva del cliente se valora mucho esta implicación por parte del equipo, hecho que facilita la creación vínculos de confianza que permiten una mayor predisposición a la asesoría y a la implantación de nuevas acciones.
4. Rapidez y agilidad en la ejecución de las acciones.
Establecer relaciones de partnership con agencias especialistas aporta, entre otros factores, una rapidez y agilidad en el trabajo que difícilmente se pueden conseguir en las grandes agencias ya que, cuentan con unos protocolos, burocracia y procesos que tienden a dificultar los flujos de trabajo.
En una agencia pequeña o mediana, habitualmente todos sus integrantes están al corriente de la realidad de cada proyecto y conocen los protocolos a seguir para implementar las acciones de forma ágil. No es extraño ver, en agencias pequeñas, como las campañas son reorientadas en menos de 24h cuando se observan puntos de mejora, sin la necesidad de recorrer un camino de validaciones y objeciones por parte de estructuras jerárquicas.
5. Coste.
Las agencias pequeñas y medianas de marketing online suelen tener unos costes más realistas y asequibles.
No deberíamos confundir costes realistas con costes «de derribo». Algunas agencias, conocedoras de que muchos clientes se rigen únicamente por el factor coste a la hora seleccionar a un proveedor, ofrecen precios fuera de mercado con el único fin de aumentar su facturación a corto plazo. En la mayoría de ocasiones, estas contrataciones acaban en una pérdida de dinero por parte de los clientes y una falsa percepción de la efectividad de las estrategias online y de las agencias.
La gran ventaja de las agencias pequeñas y medianas en cuanto a costes es que éstas no deben soportar estructuras mastodónticas con costes elevados. Además, las agencias pequeñas y medianas no pueden permitirse el lujo de facturar un extra desproporcionado simplemente por ser quién son.
Las agencias coherentes facturan en función a unos costes de producción realistas, buscando siempre que el retorno de la inversión por parte de los clientes sea siempre positivo.
Por último, las agencias pequeñas y medianas que están dispuestas a facturar sus honorarios en función del éxito que consigan sus clientes se sitúan un paso por delante, ya que este sistema constituye una demostración más de su grado de implicación y compromiso con el proyecto. Si al cliente le va bien, la agencia cobrará más. Si al cliente no le va bien, la agencia perderá dinero.
