Podríamos definirlo como la estrategia mediante la cual podemos conseguir atraer y retener el interés de nuestro cliente potencial a través de contenidos de valor añadido para él.

Puedes estar pensando: «Mi empresa ya lleva a cabo entonces una estrategia de marketing de contenidos, porque publicamos mensualmente una noticia en nuestra web». Siento decirte que probablemente no. No todos los contenidos producidos por una empresa o institución pueden ser considerados marketing de contenidos.

estrategia de contenidos

Está muy de moda afirmar con rotundidad que «el contenido es el rey». Así es, pero ¿Qué tipo de contenido?. ¿Te has parado a estudiar qué tipo de contenidos demanda tu público objetivo referentes a la actividad de tu empresa o sector? Esa debería ser la primera reflexión.

Y no, a tu público objetivo no le interesa quién es tu nuevo director comercial. Tu público objetivo quiere obtener respuesta a sus problemas e inquietudes. Quiere que le ayudes a ser mejor profesional y tomar mejores decisiones. ¿Realmente crees que tus clientes potenciales llegarán a ti a través de una noticia corporativa? Nadie entra en Google a buscar «Nuevos directores comerciales empresas del sector X»

Marketing de contenidos es ponerse en los zapatos del cliente, pensar si tenemos algo de valor qué contarle y transmitirle, dedicar los recursos necesarios a ello y ser constante, muy constante.

Ejemplos de buen marketing de contenidos

Este artículo de Aula CM nos ofrece 30 ejemplos de buenas estrategias de marketing de contenidos. En Tesubi nos parecen especialmente acertadas las estrategias de marketing de contenidos de Adidas y otras marcas deportivas de atraer el interés de sus clientes potenciales mediante contenidos relacionados con la aplicación de sus productos y cómo mantenerse en forma.

Diferencias del marketing de contenidos respecto al enfoque tradicional del marketing

El enfoque tradicional del marketing se basa en una empresa lanzando mensajes en distintos canales para tratar de convencer a su cliente potencial de ser la mejor opción de entre las posibles alternativas.

Como usuarios, estamos desarrollando capacidades «inmunológicas» a este tipo de impactos. Estamos sometidos diariamente a tal magnitud de impactos publicitarios que reclaman nuestra atención, que inconscientemente han dejado de impactarnos o llamar nuestra atención. Además, nos hemos vuelto desconfiados a determinados mensajes que nos transmiten las empresas para llevarnos a su terreno.

El marketing tradicional y su enfoque no ha muerto, simplemente no es tan eficaz como lo era antes.

Hace años, los contenidos se consumían a través de la televisión, radio, prensa o libros. Las opciones eran limitadas y, por tanto, los impactos publicitarios más eficaces. Ahora, el usuario tiene acceso a un repertorio inacabable de contenido, y tiene la potestad de decidir qué, cómo y cuándo lo consume.

Por todo ello, planear y ejecutar una estrategia de marketing de contenidos se presenta como una oportunidad ideal. El consumidor está en búsqueda constante de información y se encuentra de forma permanente en redes sociales, que son un pilar fundamental para la difusión de los contenidos. Tenemos la oportunidad de demostrarle a nuestro cliente potencial que queremos ayudarle, que somos referencia en aquellas soluciones que está demandando. Y tenemos la oportunidad de hacerlo con contenidos que le aportan valor, en vez de con mensajes publicitarios.

En conclusión, podríamos afirmar que la época de interrumpir al usuario está llegando a su fin y debemos centrarnos en la época de ayudarle y demostrarle nuestro “know-how” del sector.

marketing tradicional

Requisitos para llevar a cabo una estrategia de marketing de contenidos

  • Tener algo que contar: puede parecer una obviedad, pero para interesar a alguien debes tener algo que contar. No sirve con crear páginas y páginas de contenido o filmar cientos de vídeos demostrativos. ¿Qué aportamos de nuevo? ¿Qué valor ofrecemos?
  • Estar 100% comprometidos con la estrategia: la empresa o institución debe creer en la filosofía. Deben tener claro qué van a hacer y el porqué.
  • Destinar los recursos necesarios: la ejecución de una estrategia de contenidos requiere de una inversión importante en recursos. No pretendamos situarnos como referencia en el sector delegando la ejecución de la estrategia de marketing de contenidos en la persona en prácticas que hemos contratado. Una estrategia exitosa tiene detrás un equipo implicado que la considera una prioridad en su actividad comercial.
  • Tener muy claro a quién nos dirigimos: hemos de haber definido el público objetivo al que nos dirigimos y haber estudiado las temáticas que demanda.
  • Especificar el objetivo que perseguimos: ninguna empresa con fines comerciales ejecuta una estrategia de contenidos de forma altruista. ¿Qué objetivo perseguimos? ¿Obtener los datos de clientes potenciales? ¿Potenciar la venta online? ¿Redirigirlos a un distribuidor? ¿Mejorar la percepción y reputación de la marca?
  • Crear los contenidos en una variedad de formatos: no, no es solo un blog. Cuanto más variados sean los contenidos mejor: textos, infografías, presentaciones, microcontenidos visuales, vídeos, tests etc.
  • Tener paciencia: los resultados pueden tardar en llegar, pero cuando lleguen la cualificación de los leads (los clientes potenciales que entrarán serán de calidad) te demostrará que acertaste al apostar por una estrategia de marketing de contenidos.
  • Analizar y priorizar: la gran ventaja es que todo es medible. Analiza qué ha gustado y qué no. Prioriza lo que haya funcionado mejor y rectifica aquello que no te haya dado resultado.

Beneficios esperados

  • Conseguirás un flujo constante de clientes potenciales interesados en tus servicios o productos.
  • Mejorarás la imagen de tu marca y la percepción de tus clientes y potenciales clientes.
  • Dispondrás de un repertorio de contenidos de calidad que se convertirán en un activo de tu empresa y en potentes herramientas comerciales de apoyo.
  • Mejorarás tu posicionamiento orgánico.
  • Entenderás mejor las necesidades de tus clientes al analizar qué contenidos funcionan mejor.

La difusión de los contenidos, el paso final imprescindible

Una gran parte de las estrategias de marketing de contenidos fracasan en la distribución de los contenidos después de haber destinado grandes recursos a su producción.

Si es imprescindible crear contenido de calidad y que aporte un valor añadido al cliente, más importante si cabe, es saber cómo distribuirlo y poner este contenido a disposición de nuestro público potencial.

No nos engañemos, a menos que seas una multinacional con una comunidad de fieles seguidores inacabable, la inversión en promocionar los contenidos en redes sociales es imprescindible si quieres obtener una repercusión importante. Esta inversión es, muchas veces, la llama que enciende la mecha para que tu contenido acabe llegando a miles de tus clientes potenciales de forma orgánica (sin inversión).

Así pues, debemos pensar en qué contenidos centraremos nuestra estrategia de contenidos y mediante qué canales vamos a ejecutarla. El estudio sobre dónde se mueve nuestro público objetivo y qué esperan de una empresa en cada uno de estos canales se presenta como imprescindible.

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